15 de diciembre de 2011

Prefacio

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- Mara, ahora intenta con esto -  grito un niño aparentemente de unos 8 años mientras lanzaba una pelota al aire y esta explotaba en un abrir y cerrar de ojos - Genial Mara! - su sonrisa era alegre y despreocupada como cualquier niño de su edad, solo que el y sus amigos eran diferentes.
- Ya me dolió la cabeza, ahora es tu turno Ren - la pequeña niña de ojos celeste, iguales o mas hermosos  que los del cielo le dio un vaso de jugo de naranja, Ren lo tomo y en menos de un minuto este estaba completamente solido.

Como si fuera cualquier cosa los 6 niños pasaban así sus días, jugando entre ellos, aislados del mundo en un hermoso jardín lleno de flores y juegos, el paraíso de todo niño.
Mas alejados de Mara y Ren, abajo de un árbol se encontraba Kall, como siempre, jugando con fuego, ahora estaba quemando su libro de colorear y sus crayones los tenia embarrados en su ropa, el siempre había sido un niño inquieto y rudo, a nadie le sorprendía, habían aprendido a guardar la distancia con el cuando se encontraba enojado, la razón esta vez era que había quemado su ropa.

Una niña lo observaba las travesuras de Kall, esa era Kana, la menor, era tímida, solía despertar mas temprano que los demás para dirigirse al jardín y hacer un ramo de flores, siempre había uno nuevo cada mañana en el florero junto a la ventana en el cuarto de juegos de los niños.

Labi y Geel los mayores,  acababan de llegar de su monitoreo semanal, Labi, de 9 años, fue a ayudar Kana que debido a la gran cantidad de flores que tenia en el regazo no podía ponerse de pie.
Geel, de  12 años, reservado como siempre, fue a sentarse en una banca a observar desde lejos como Mara y Ren se divertían jugando con sus poderes.
Mara lo saludo a lo lejos y el le contesto con una sonrisa, a lo que Mara enseguida se dirigió corriendo junto con Ren hacia el.
Geel y Mara  habían sido creados por el mismo científico, Anthony Whitham. Los nombres de todos lo experimentos significaban el color de sus ojos en el idioma natal del científico que los creo, Geel significaba amarillo en una lengua de África de donde provenía la esposa de Anthony, y Amara, o como todos le decía Mara, significaba celeste en Bengal, país de su creador.

- Hermano, podrías hacer un truco? -  Mara le pregunto mientras vaciaba un puño de arena en las manos de Geel, el sonrió y rápidamente formo un pequeño pájaro que flotaba moviendo las alas.
- Asombroso! -dijo Ren emocionado - Geel, porque todos hacemos cosas diferentes a los otros niños?es por eso que no nos dejan jugar con ellos?

El corazón de Geel dio un buelco en ese instante, haciendo que el pajarito se volviera a convertir en un puño de arena nuevamente. Geel hacia tiempo que sabia la razón del porque, pero no podía decírselas, al menos no ahora. Si su plan funcionaba como el esperaba ninguno de ellos tendrán que sufrir al enterarse de la verdad.

- Ren, aun eres pequeño para enterarte de algunas cosas, cuando seas mayor todo se revelara a su debido tiempo.
- Pero yo ya soy mayor!  pronto creceré y tendré tu mismo tamaño - dijo el pequeño de ojos morados con aires de grandeza, miro a Mara quien contenía su risa - Lo que digo es verdad Mara!
- Jaja, lo se, cuando seas mayor cuidaras a Mara y a los demás verdad, Ren?
- Si!
- Porque, su ya no nos vas a cuidad? - Pregunto Mara con una notable preocupación en su cara.
- Tal vez pronto ya no los pueda ver, pero podrían prometerme que pase lo que pase siempre confiaran en mi?
- Si! - respondieron al unisono Ren y Mara.


El atardecer de ese día fue diferente a los demás, y para muchos el ultimo. El anaranjado del cielo se mezclaba perfectamente con las llamas que envolvían el campo de concentración donde vivían los niños, la atmósfera era aterradora, solo se escuchaban sirenas y disparos, todos los experimentos habian sido resguardados en un yunque para su proteccion o mas bien, habían sido encerrados, Mara despues de varios intentos había logrado habrir la puerta de hierro solido. Todo ruido habia cesado, el silencio era sepulcral, solo se podía escuchar una cuenta regresiva que salia de los altavoces...

- Mara tenemos que salir rápido, este lugar va a explotar! - Grito Labi.
- Pero tengo que encontrar a Anthony y a Geel! - Mara  soltó la mano de Ren, y salio corriendo hacia el laboratorio de su creador.
Lo que vio ahí dentro la dejo destrozada.
El cuerpo de su creador ya sin vida estaba al fondo de la habitación, la pequeña solo tubo fuerzas para correr hacia el y llorar junto a su cuerpo.
En ese momento sintió su presencia, era Geel, su adorado hermano.
- Geel!!, Anthony a... -  pero la voz fría de su hermano mayor la interrumpió, con algo que ella jamas hubiera deseado que saliera de su boca.
- Lo se, esta muerto, yo lo mate, a el y a todos...


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